sentir tu abrazo como la textura de la lana
tibia y cómoda
que tus tonos sean grises
me permite contemplarte a cualquier hora
y los árboles atraen la brisa
cuando el olor a miel no deja más que anhelos de recuerdos pasados.
Quiero que esos dedos recorran mi espalda
en un ademán lleno de juegos y sonrisas.
Nada más que una caricia inocente pido.
Tu alegria es mi recompensa.
Y no importa cuan largo y angosto sea el camino
Si es de bajada o de subida.
Yo seré los colores que sostengan tu andar.
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